Y se hizo el blog.

Quién lo diría.
Tantos blogs de tantas profesionales interesantes, y tú aquí.

Cuando un blog comienza, la intención no sólo es venderte el contenido. Se pretende implantar una marca, una señal inequívoca de que se ha llegado al espacio correcto de internet. Podríamos adoptar esas formas y mostrar una disección esterilizada sobre cómo hacer una presentación formal.
Entonces, ¿dónde quedaría lo creativo?
No es que reflexionar sobre lo que es un blog sea lo más creativo que vayas a encontrar, claro, pero no podía resistirme a morder el caramelo. Incluso es algo hipócrita; no voy a crear una presentación inaccesible ni disruptiva. Estás aquí para comprobar si merece la pena conocerme más a fondo, si hay algo interesante más allá de los reflejos evidentes de la superficie.
Así que no te robaré más tiempo. Conforme vayamos construyendo el blog y sumando detalles, podrás acercarte a la respuesta, sea cual sea. Jamás podrás saberlo con seguridad, pero esa siempre ha sido parte de la gracia.
Por ahora, te doy la bienvenida. Estoy a tu entera disposición.
Deleitate en la incertidumbre.

Deja un comentario